lunes, 26 de agosto de 2019

Escudo del cardenal Tarcisio Bertone

El cardenal Tarcisio Bertone presidió en 2007, en la localidad rionegrina de Chimpay, la beatificación de Ceferino Namuncurá. Ese vínculo con la Argentina es lo que hace que le dediquemos una entrada a su escudo cardenalicio, justamente en el día de la Memoria del beato.



Tarcisio Pietro Evasio Bertone  nació en 1934 y fue ordenado sacerdote para la congregación salesiana en 1960. En 1991 fue designado Arzobispo de Vercelli y recibió la consagración episcopal el 1° de agosto de ese año. En 2002 fue promovido a la sede arzobispal de Génova. Fue creado Cardenal Presbítero del Título de Santa María Auxiliadora en la Vía Tuscolana en 2003. En 2006 dejó la sede genovesa al ser nombrado Secretario de Estado del Vaticano.

En abril de 2007 fue designado además Camarlengo de la Santa Romana Iglesia, cargo que ejercía cuando visitó nuestro país para la beatificación de Ceferino. En ejercicio de esas funciones, durante la Sede Vacante de 2013, añadió al escudo, como corresponde, el ombrellino y las llaves cruzadas que distinguen a quien ejerce ese rol en la Iglesia Católica.

Versión de Marco Foppoli

En 2008, conservando las otras dos funciones, fue elevado a la dignidad de Cardenal Obispo de la sede suburbicaria de Frascati.  

Dejó la Secretaría de Estado en octubre de ese año, y cesó como Camarlengo de la Santa Romana Iglesia en diciembre de 2014, al cumplir 80 años

El Cardenal Camarlengo es el administrador de los bienes temporales
de la Santa Sede durante la Sede Vacante;
por eso las monedas que se acuñan durante ese período,
como esta de 2013,
 llevan el escudo del Camarlengo.

Su elegante escudo, como el de Benedicto XVI, es mantelado. Las dos "capas" son de gules y llevan símbolos de oro: la primera carga el monograma de Cristo ("chi-ro") y la segunda la M de María superada de una estrella. En el campo central, que es de azur, hay una torre de oro con ventanas de sable, sobre un terrasado de sinople. Lleva los ornamentos exteriores propios de la dignidad cardenalicia, y en algunas versiones, como dijimos, los emblemas propios del Cardenal Camarlengo.



Interesante y poco frecuente es el lema elegido: "Fidem custodire, concordiam servare": "Custodiar la fe, conservar la concordia".   Se trata de una frase de San Eusebio de Vercelli, primer obispo de la diócesis que gobernó Bertone entre 1991 y 2002.  En su audiencia del 17 de octubre de 2007 dijo Benedicto XVI: «San Eusebio no se cansa de "recomendar encarecidamente" a sus fieles que "conserven con gran esmero la fe, mantengan la concordia y sean asiduos en la oración" (Ep. Secunda, cit.)».  Al asumir como Secretario de Estado, el cardenal Bertone dijo: «La única ambición que albergo es la de realizar el lema de mi servicio episcopal: ‘Fidem custodire, concordiam servare’». 

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