lunes, 17 de septiembre de 2018

Escudo de Joaquín de la Pezuela

Los argentinos -al menos los que hicimos la Primaria en los años 60 ó 70- conocemos a Joaquín de la Pezuela sobre todo por dos hechos vinculados con nuestra historia patria: fue el jefe de las fuerzas realistas que derrotaron a las patriotas en Vilcapugio, Ayohúma y -sobre todo- Sipe-Sipe, y era Virrey del Perú cuando San Martín llegó hasta allí para coronar su campaña libertadora.


Joaquín González de la Pezuela Griñán y Sánchez de Aragón Muñoz de Velasco había nacido en Huesca en 1761. Desempeñó diversos cargos en la Península y en América del Sur hasta que en 1813, tras las derrotas realistas en Tucumán y Salta, fue nombrado para reemplazar a Goyeneche al frente de las fuerzas del Alto Perú. Tras las dos victorias obtenidas contra Belgrano, llegó la tercera y definitiva en lo que respecta al Alto Perú: la Batalla de Sipe-Sipe, el 29 de noviembre de 1815. En la Batalla de Sipe-Sipe (también llamada Batalla de Viluma) las fuerzas españolas infligieron a las fuerzas patriotas la mayor derrota de la Guerra la Independencia después del Desastre de Huaqui.

Meses después de la victoria de Sipe-Sipe, Joaquín de la Pezuela fue designado Virrey del Perú. Se encontraba ocupando ese cargo cuando San Martín llegó al Perú con su ejército. Pezuela, a raíz de desacuerdos internos con sus oficiales (incluyendo al general José de la Serna, que había sido jefe de las tropas del Alto Perú) terminó siendo destituido por ellos, y poco después, tras conferenciar con el Libertador, se embarcó rumbo a España, donde continuó su carrera. José de la Serna pasó a ser Virrey del Perú: fue el último en ocupar ese cargo.



El 31 de marzo de 1830, el Rey Fernando VII  nombró Marqués de Viluma a Pezuela, en recompensa "de los distinguidos servicios contraídos en vuestra dilatada carrera militar, y particularmente los hechos como General en Jefe del Egército del Alto Perú en las gloriosas acciones de Vilcapujio, el día primero de octubre de mil ochocientos trece, y de Ayouma el catorce de noviembre siguiente, y en la batalla de Viluma el veintinueve de noviembre de mil ochocientos quince, destruyendo dos egércitos organizados y muy superiores en fuerzas de los ynsurgentes de Buenos Ayres, reconquistando y conservando las Provincias del Alto Perú y asegurando el basto Reino del mismo nombre: acciones por las cuales tuve a bien mandar por mi Real Orden de treinta y uno de mayo de mil ochocientos diez y seis, se cantase un solemne Te Deum en todas las yglesias de mis Reynos". 

Añade Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, Vizconde Ayala y Marqués de la Floresta,  en una nota publicada en la revista del Instituto Sanmartiniano del Perú, que "esta merced regia era entonces la suprema recompensa a que podía aspirarse en España, y convirtió al anciano Pezuela -que ya contaba 69 años, una edad avanzada para aquella época- en cabeza de una Casa nobiliaria. Era ya hora, pues todos sus iguales contemporáneos la habían logrado antes: Abascal fue creado Marqués de la Concordia en 1812; Goyeneche, Conde de Guaqui en 1817; y hasta el golpista Laserna era Conde de los Andes desde 1824". De estos personajes también ligados a la Argentina, y de sus armas, también nos ocuparemos en su momento.

El escudo del Marquesado de Viluma es este:

Estas armas fueron publicadas en la misma revista mencionada arriba (año 80, número 29, de octubre de 2015) por "cortesía de su descendiente directo don Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, Duque de Ostuni, Vizconde de Ayala y Marqués de la Floresta".

En el blog "Hidalgos en la historia" encontramos también estas "armas plenas (Pezuela y alianzas)":



Y las armas de la familia -menos visibles- en la casa de los Pezuela en Entrambasaguas:



Dejamos a lectores más capaces la interpretación de estas armas; nosotros nos limitaremos a llamar la atención acerca del lema que acompaña al escudo: 'Prius mori, quam foedari', es decir, "Antes morir que traicionar" o "Antes morir que mancharse".

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