En el año 1992, la Policía de Neuquén adoptó su actual escudo, que fue aprobado mediante el decreto 1689 del entonces gobernador Jorge Sobisch.
El emblema "se elaboró sobre la forma y los atributos del Escudo Provincial, subrayando el espíritu de neuquinidad del cuerpo policial y su sentido de pertenencia a esta tierra promisoria".
El sol naciente y la banda dorada de su perímetro, resumen simbólicamente el legado histórico de justicia y libertad. Asimismo, representan las numerosas glorias de la institución policial transformándose en un modesto homenaje a los que forjaron la institución.
Los campos celeste y blanco tienen dos dimensiones significantes: por un lado resaltan la nacionalidad argentina y por el otro, trasmiten el fundamento natural de la región; en el cual el cielo celeste cordillerano dialoga sobre libertad y unidad con el blanco Volcán Lanín, nevado abstracto y majestuoso, dibujando así el paisaje agreste de la particular geografía neuquina donde se desempeña el personal de la Fuerza.
En este ámbito de naturaleza conviven tradiciones, valores culturales y el espíritu de sacrificio de la policía neuquina, simbolizado todo ello en el gallo rojo en posición de alerta permanente. El gallo connota el sentido de la autoridad, responsabilidad, la protección social, la prevención y la seguridad común. Este elemento vital se yergue hasta protagonizar toda la escena del emblema. Su color rojo dominante alude tanto al sacrificio y al continuo riesgo policial, como al espíritu federalista de la Provincia del Neuquén".
Hemos tomado esta descripción y explicación del escudo, en forma textual -con mínimas correcciones ortográficas y gramaticales- de la página oficial de la policía neuquina.
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