Escudo de Francis Drake

Al sur de Tierra del Fuego se abre el  Pasaje de Drake, el tramo de mar que separa Sudamérica de la Antártida. El Pasaje de Drake es el cruce más corto existente entre la Antártida y el resto de las tierras emergidas del planeta, y la más austral de las rutas de comunicación entre el Océano Pacífico y el Océano Atlántico.  Su anchura mínima es de aproximadamente 800 kilómetros y sus aguas son tradicionalmente consideradas por los navegantes como las más tormentosas del mundo.

Debe su nombre al corsario inglés Francis Drake, quien con el barco Golden Hind en septiembre de 1578, y luego de cruzar el Estrecho de Magallanes, viajó hacia el sur y alcanzó una latitud no determinada, suponiéndose que pudo haber ingresado al pasaje. Drake continuó su travesía y se convirtió en el primer inglés en circunnavegar el globo, repitiendo la hazaña realizada 60 años antes por Sebastián Elcano.

Drake, sin embargo, no fue el descubridor del pasaje: generalmente se acepta que el barco San Lesmes de la expedición de García Jofre de Loaísa, bajo el mando de Francisco de Hoces, alcanzó la latitud de 55° Sur a fines de enero de 1526,  luego de que una tormenta los apartara de la boca oriental del Estrecho de Magallanes.  Más tarde la nave logró reunirse de nuevo con la expedición y cruzar el estrecho. Por el apellido del capitán, el pasaje también es llamado "Pasaje de Hoces" o "Mar de Hoces", aunque con mucha menos frecuencia. 
Por otra parte, el primer viaje documentado que atravesó el Pasaje de Drake fue la expedición de Willem Schouten y Jacob Le Maire, que el 29 de febrero de 1616 descubrieron el Cabo de Hornos a bordo del barco Eendracht.

Para los intereses de la Madre Patria, Drake fue un personaje nefasto;  sin embargo, su nombre perdura en nuestra topografía, y por ello nos ocupamos de él en este Blog, con el fin de exhibir su escudo de armas.

Tras dar la vuelta al mundo, a su regreso a Inglaterra, Drake fue recibido con honores y aclamado como un héroe. El 4 de abril de 1581, en una ceremonia celebrada a bordo de su barco, fue armado caballero por Isabel I de Inglaterra en recompensa por sus servicios a la corona inglesa. A partir de ese momento ostentaría el título de sir, y en su escudo de armas acuñó la leyenda "Sic parvis magna" (queriendo significar algo así como «Todo lo grande empieza pequeño»), en alusión a sus orígenes humildes. 

Respecto del campo mismo del escudo, hay que decir que de sus esmaltes no podemos estar seguros, ya que encontramos versiones diversas.  

En cuanto a la cimera, llama la atención la nave sobre el globo terráqueo, rodeada de una soga que es sostenida por una mano celestial, identificada como "Auxilio Divino".