martes, 15 de septiembre de 2015

Escudo de los Justo

En el número 165 del Boletín del Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas (correspondiente a los meses de noviembre y diciembre de 1989), se publica una nota de Narciso Binayán Carmona titulada "Ascendencia de los Justo", que se refiere, sobre todo, a la ascendencia personal de Agustín P. Justo y Juan B. Justo.  De ese artículo obtenemos la información para la confección de esta entrada; algún párrafo será citado textualmente (y, por tanto, aparecerá entrecomillado y en cursiva). La imagen en blanco y negro de las armas de los Justo también procede de allí. 


Agustín P. Justo (Presidente de la República entre 1932 y 1948), y Juan B. Justo (senador y líder socialista) eran primos. Sus respectivos abuelos (que eran hermanos) llegaron en 1826 a la Argentina procedentes de Gibraltar, aunque su linaje es genovés.  “El general Justo recordaba con cariño su origen gibraltarino, y en su famosa biblioteca colgaba en lugar de honor una fotografía enmarcada de la casa natal de su abuelo”.

Justo es una castellanización de “Giusto” que, a su vez, es la transformación en apellido de los nombres Giusto, Giustino y Giustiniano, que vienen del latín “iustus”, justo, también con su significado cristiano, así como los nombres Justino y Justiniano.

Los hermanos Justo llegados a la Argentina eran hijos de padre ligur; su apellido tenía largo arraigo en aquella tierra.  Sus nietos, “el conservador general Justo y el socialista doctor Justo, traductor de Marx al castellano” fueron los representantes más caracterizados en nuestro país de ese linaje, “sin olvidar que Alejandro Agustín Lanusse” (quien fue Presidente de la Nación entre 1971 y 1973) “era nieto de otro Justo”.

“La familia Justo es probablemente una rama de los Giusto o Zusto de Padua que remontan a casi mil años atrás y que se habría radicado en Cogoleto a fines del siglo XVII”.   Cogoleto es una pequeña ciudad de la provincia de Génova, en la región de Liguria.


Este linaje tiene por armas: de azur el león de oro en majestad con una balanza en su siniestra y una espada en su diestra”. La ilustración que aparece en la nota, y que aquí reproducimos, pertenece a Luis MacGarrell.

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