viernes, 17 de julio de 2015

Escudo de monseñor Alejo Benedicto Gilligan

Sin lugar a dudas, el escudo episcopal de hoy es el más extraño de cuantos hemos compartido en los cinco años  de vida de este Blog. Lo vemos en el ángulo inferior derecho de la foto que sigue:




Se trata del escudo episcopal de monseñor Alejo Benedicto Gilligan, de cuyo fallecimiento se cumplen  en la fecha ocho años exactos.

Nacido en 1916, Alejo Gilligan fue ordenado sacerdote en 1942 y recibió la consagración episcopal en 1969, al ser designado Obispo de Nueve de Julio en reemplazo de Antonio Quarracino, quien había sido trasladado a la Diócesis de Avellaneda.  Gobernó la diócesis de Nueve de Julio hasta el año 1991, en que, cumplida la edad establecida por la ley canónica, presentó su renuncia. Falleció en día tal como hoy en el año 2007.


Hemos visto su curioso escudo episcopal, de ardua descripción heráldica y de no menos compleja interpretación católica.




Podemos formular solamente algunas hipótesis. En un campo circular -cosa de por sí infrecuentísima en escudos episcopales-, campo que es de azur, un triángulo equilátero de color indefinible;  junto a cada uno de sus vértices sendos círculos que, inequívocamente, representan planetas... aunque quizás el círculo gris a siniestra evoque a la Luna.  El planeta en jefe es claramente Saturno, y uno se sentiría inclinado a afirmar que el otro puede ser  Júpiter... Hay otro círculo menor sobre el lado diestro (¿Marte?) y un conjunto de estrellas de plata entre las cuales parecen identificarse las Tres Marías y -en punta- la constelación de la Cruz del Sur...  Del lado diestro, una constelación que desconocemos. Una estrella mayor sobre el lado siniestro podría representar al Lucero de la Mañana, es decir al planeta Venus.

Fuera del triángulo equilátero, que podría evocar el misterio de la Trinidad, y de la Cruz del Sur por motivos obvios, es difícil encontrar un simbolismo católico para este escudo de estilo "cósmico" tan extraño y curioso.



En la versión no coloreada,  la cosa se enreda un poco. Las Tres Marías, la Cruz del Sur y la permanecen iguales y claramente son estrellas. Pero lo que antes llamamos Júpiter parece ser el Sol, y hay otras cuatro circunferencias, lo que indicaría que se trata de planetas, incluyendo al inconfundible Saturno.

La "bordura" aporta, además  del nombre de la jurisdicción eclesiástica, el  lema episcopal, "Dios en todo", que nos da una pista más. Parece tomado de la Primera Carta a los Corintios: "Cuando el universo entero le sea sometido, el mismo Hijo se someterá también a aquel que le sometió todas las cosas, a fin de que Dios sea todo en todos" (1 Cor 15, 28). La referencia al "universo entero" sometido a Dios podría otorgarle un sentido a este extraño emblema episcopal: Dios en el centro (el triángulo que simbolizaría la Trinidad) y a su alrededor, como girando alrededor de su centro, el universo entero representado por los diversos astros... Es sólo una hipótesis.

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