lunes, 27 de agosto de 2012

Antonio Rivero, el gaucho de las Malvinas



Esta entrada está dedicada a recordar el aniversario del levantamiento del gaucho Antonio Rivero, quien con otros "siete valientes", el 26 de agosto de 1833,  desafió a los invasores ingleses que habían usurpado las Islas Malvinas casi ocho meses antes. El derecho a la autodeterminación de los isleños, tan cacareado actualmente por el Reino Unido, no fue   respetado en enero de 1833, cuando las fuerzas británicas se apoderaron injustamente de esa porción del territorio nacional, desalojando o reduciendo a los pobladores argentinos. Frente a esa usurpación,  meses después, un humilde gaucho y sus compañeros encabezaron un motín, asesinaron a cinco personas, y se mantuvieron en una posición de fuerza en Puerto Soledad hasta el 10 de enero de 1834.

Sobre los verdaderos motivos de la sublevación, no hay acuerdo entre los historiadores. Entre quienes exaltan a Rivero, se dice que su "único designio" fue "evitar que en las Malvinas -jirón entrañable de nuestro suelo- fuesen violados los derechos sagrados de nuestra patria por un invasor extranjero" (Dr. Ismael Moya). Otros, en cambio, sostienen que el móvil estuvo ligado al trato que recibían gauchos e indios, y sobre todo al modo en que Rivero y sus hombres recibían la paga: no con dinero, sino con vales.




Asimismo, para la versión británica, los ocho sublevados no son más que asesinos (aunque tras su captura -por razones no explicadas- Rivero no fue condenado por el gobierno inglés y se lo devolvió a territorio argentino);  para la versión argentina "revisionista", son héroes. 

Esta última postura cobró fuerza a partir de los años '60 del siglo pasado, cuando incluso  se creó una comisión de homenaje a Rivero y hasta se proyectó un monumento en su honor, cuya maqueta vemos bajo estas líneas.




Más allá de las posturas de los historiadores, lo cierto es que "está probado y lo decimos con orgullo, que (...) la bandera del usurpador no flameó en nuestras islas Malvinas desde ese 26 de agosto hasta el 10 de enero de 1834; es decir que (...) durante 134 días quedó interrumpido el dominio abusivo e injusto que ejercía Inglaterra sobre nuestras islas" (Cap. de Fragata Ernesto Campos).

A todo esto, cuando por curiosidad uno busca un escudo que corresponda a alguno de los linajes del apellido Rivero, se encuentra con este blasón:


"Los de Asturias traen: En campo de gules, un castillo de piedra sobre ondas de agua de azur y plata, en las que flota la cabeza de un moro; saliendo de su homenaje, medio león pardo, llevando dos banderas de plata, una en alto con una cruz de azur, y otra caída con una media luna también de azur", según Heráldica Hispana.

El sentido del escudo es claro: una bandera cae y la otra es exaltada; el enemigo ha sido derrotado. A los pies del vencedor yace el vencido. Algún remoto Rivero ha participado heroica y exitosamente en la guerra contra los moros.

Hagamos ahora un poquito de "Heráldica imaginaria". Si reemplazamos la bandera caída por la británica, y la exaltada por la bandera argentina, y si además quitamos la cabeza de moro, para que resalten los colores patrios en el agua,  ¿no podríamos otorgar este escudo a nuestro Antonio Rivero, el entrerriano, que además -según dicen- murió en la Vuelta de Obligado?





En campo de gules, un castillo de piedra sobre ondas de agua de azur y plata; saliendo de su homenaje, medio león pardo, llevando dos banderas,  una en alto con los colores argentinos y  otra caída, que es la bandera del Reino Unido. Las ondas de agua representan los mares australes, de jurisdicción argentina, donde se ubican las Islas Malvinas; el castillo representa la presencia nacional en dichas islas, particularmente en Puerto Soledad; el león es el aguerrido gaucho Antonio Rivero, que exalta la bandera argentina y hace caer la bandera de la potencia usurpadora; el gules representa la sangre derramada por quienes intentaron recuperar las islas. 

Reiteramos:  estamos haciendo un ejercicio de Heráldica imaginaria. Aquí, otra versión del escudo  imaginario,   con una leve (y  heráldicamente  incorrecta)  diferencia,   que el lector sabrá descubrir:



Los conceptos del Dr. Moya y del Cap. Campos  han sido transcriptos del artículo     "Antonio Rivero, el gaucho de las Malvinas",  publicado en la revista "Todo es Historia" en diciembre del año 1968. También proceden de allí  las imágenes de la maqueta del proyectado monumento a Rivero y del vale con que se pagaba en las islas; más abajo vemos la portada de ese ejemplar.




La placa que encabeza esta nota está ubicada en la plazoleta que se halla frente al Palacio San Martín, sede de la Cancillería. Tomé la foto el 28 de noviembre de 2011, feriado nacional por el Día de la Soberanía y en cuya víspera se cumplía un aniversario del nacimiento de Antonio Rivero, "el gaucho de las Malvinas".

Ayer se cumplieron 179 años de las acciones de Rivero y sus "siete valientes".   Este es un homenaje más para recordar además que este año se han cumplido tres décadas de la transitoria recuperación de las Malvinas y de la Guerra del Atlántico Sur.


6 comentarios:

  1. ¡Muy buen artículo, Alejandro!
    Me costó, pero encontre la "diferencia" final. Me gusta más con el sol en el centro.
    Y un comentario: mi apellido materno es RIVERO, y proviene justamente de Villaviciosa, Asturias, cuna de la Reconquista. Fue muy grato saber de este escudo y sus implícitas referencias, tan entrañables. Gracias.
    Luis Fernández

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    1. ¡Qué interesante coincidencia! Gracias una vez más por tus comentarios.

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  2. Qué buena entrada esta, qué linda historia la de nuestro Gaucho RIVERO! Te comento, además, otro dato interesante que conjuga hoy mi gusto por la heráldica y mi amor por el fútbol! Infiero que no lo sabés (preguntale a Estéban).
    En homenaje a RIVERO, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) bautizó a la copa "Gaucho Rivero" (hoy llamada "Evita Capitana") al título a del torneo Clausura 2012 de fútbol argentino de Primera División, el cual fue denominado "Crucero General Belgrano" en honor a los 30 años de la guerra por nuestras islas Malvinas.

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