Además del Legado Papal, otros cuatro purpurados llegaron al Río de la Plata para estas mismas fechas, hace 77 años, con ocasión del Congreso Eucarístico.
El más antiguo en la dignidad cardenalicia era el cardenal Augusto Hlond, elevado a ella en el consistorio del 20 de junio de 1927 como Cardenal Presbítero del Título de Santa María de la Paz.
Había nacido en 1881, era salesiano y había sido consagrado obispo en 1925. Al momento de llegar a Buenos Aires era Arzobispo de Gniezno - Poznań, y por tanto Primado de Polonia.
Durante la Segunda Guerra Mundial se vio forzado por los nazis a salir de su país. Siempre se manifestó enérgicamente en contra del régimen nazi. Más tarde fue arrestado por la Gestapo, y los aliados lo liberaron en abril de 1945. Volvió a su arquidiócesis en julio de 1945. Al año siguiente fue trasladado a la Sede de Varsovia, pero reteniendo ad personam la Arquidiócesis de Gniezno. Murió en 1948.
Su escudo es un partido: su primer campo tiene los elementos tradicionales del escudo de la Congregación Salesiana, a la que pertenecía: de azur, un monte de sinople, y los símbolos de las virtudes teologales: un ancla de plata, un cometa de oro y un corazón de gules (quebrando en parte la ley que prohíbe "color sobre color"):
El segundo campo es a su vez cortado, 1° de azur, tres flores de lis bien dispuestas, y 2° de gules, una llave de oro y otra de plata puestas en aspa, entrecruzadas con una espada de plata y empuñadura de oro con el filo apuntando hacia abajo.
La cruz arzobispal y el galero con quince borlas indican la dignidad cardenalicia. El lema dice "Denme las almas y quédense con lo demás", célebre frase de San Juan Bosco.
El Cardenal Legado y otros dos cardenales, entre ellos el cardenal Hlond, Primado de Polonia, en la Catedral de Buenos Aires |
En 1992 se abrió el proceso de canonización de Augusto Hlond, que por eso mismo es llamado Siervo de Dios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario