sábado, 9 de octubre de 2010

Cardenal Newman

Hoy, 9 de octubre, se celebra por primera vez la memoria litúrgica del Beato Juan Enrique Newman, beatificado hace pocos días por el Papa durante su reciente visita a Gran Bretaña.

Para adherirnos a la fecha, aprovechamos la ocasión para  publicar el escudo del Colegio Cardenal Newman,  ubicado en la provincia de Buenos Aires.



Por cierto, es un escudo nada fácil de blasonar.  El campo es circular y morado, fileteado de oro, y está cargado con una cruz de tipo céltica, griega en sus proporciones, de sinople, superpuesta a una circunferencia de oro radiante con  cinco rayos de oro en  cada uno de los ángulos de la cruz;  los rayos son tres largos y dos cortos. Brochante sobre el todo, una estrella de cinco puntas también de oro. Un anillo circular  que rodea el campo del escudo y de su mismo color muestra en la parte superior una especie de corona de espinas fileteada de morado y oro, y en la parte inferior, a modo de divisa, la frase "Certa bonum certamen", "Pelea el buen combate" (1 Tim 6, 12).  Dos ramas de laurel, cruzadas en la parte inferior, a modo de ornamento exterior.

En la foto que sigue una versión más sencilla,  en el uniforme reglamentario de un alumno del colegio:


Del seno del Colegio Cardenal Newman surgió el Club Newman, un club deportivo que se destaca, sobre todo, en la práctica del rugby. Su escudo es este:


Un campo morado, fileteado de oro, cargado con un león rampante de oro sosteniendo una cruz de dos travesaños, de plata, y sobre la cabeza del león una divisa de gules que en letras de oro dice "Newman".  En este caso, un escudo netamente heráldico.

Por último, y aunque nos apartamos un tanto del criterio "local" de este Blog, no podemos resistir la tentación de publicar las armas del beato cardenal Newman en una hermosa versión tomada de la Red:


El "motto", "Cor ad cor loquitur", "El corazón le habla al corazón", ha sido reiteradamente evocado y explicado en estos días con motivo de la reciente visita del Papa a Gran Bretaña, ya que esa misma frase fue el lema del viaje.

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