Buscar en este blog

viernes, 2 de diciembre de 2016

"Compadrón"

Enrique Cadícamo, nacido en Luján en 1900 y fallecido el 3 de diciembre de 1999 (mañana se cumplirán 17 años de esa fecha), fue un poeta y escritor argentino, autor de la letra de numerosos tangos.   Queremos referirnos hoy a uno de ellos, “Compadrón”,  escrito para una música compuesta por el pianista Luis Visca, y estrenado en 1927 por Sofía Bozán.



En la letra original de “Compadrón” hay una expresa referencia heráldica.  Transcribimos a continuación el texto completo tal como lo encontramos en el sitio "Todo tango":

Compadrito a la violeta,
si te viera Juan Malevo
qué calor te haría pasar.
No tenés siquiera un cacho
de ese barro chapaleado
por los mozos del lugar.
El escudo de los guapos
no te cuenta entre sus gules
por razones de valer.
Tus ribetes de compadre
te engrupieron, no lo dudes.
¡Ya sabrás por qué!

Compadrón
prontuariado de vivillo
entre los amigotes que te siguen,
sos pa' mí, aunque te duela,
compadre sin escuela, retazo de bacán.
Compadrón,
cuando quedes viejo y solo (¡Colo!)
y remanyes tu retrato (¡Gato!),
notarás que nada has hecho...
Tu berretín deshecho
verás desmoronar.

En la timba de la vida
sos un punto sin arrastre
sobre el naipe salidor,
y en la cancha de este mundo
sos un débil pa'l biabazo,
el chamuyo y el amor.
Aunque busques en tu verba
pintorescos contraflores
pa' munirte de cachet,
yo me digo a la sordina
¡Dios te ayude, compadrito
de papel maché!


La versión que acabamos de leer coincide (salvo en algunos detalles de puntuación) con la que hallamos en el librito dedicado a Cadícamo de la colección de cancioneros editada por Torres Agüero en 1985, que tenemos a la vista:




En este libro se nos relata que Gardel asistió por casualidad a la función donde se cantaba  “Compadrón”,  y "al comprobar el entusiasmo con que el público lo recibía (muy especialmente el coreado "Colo" y "Gato")", pidió que se le reservara "en la casa Glucksmann la exclusividad de este tango".  

Pero lo que ahora nos interesa es la explícita referencia heráldica en la primera estrofa:



"El escudo de los guapos no te cuenta entre sus gules por razones de valer":  así reza la alusión a la Ciencia del Blasón, evidentemente inusual en un tango. 

Primero, analicemos un poco la letra. (Por cierto, no es fácil comprender todas las expresiones y giros del lunfardo que aparecen en este tango). Arriesgamos una interpretación del texto de Cadícamo.

El tango encierra una crítica a un antiguo "compadrito", ahora ocioso, desocupado ("a la violeta"), que quizás ya pasó su época juvenil; tal vez era alguien que se creía "compadrito" sin serlo (por eso no tiene "barro", es un compadre "de papel maché"). Se lo llama "débil", "vivillo", "sin arrastre"; se le anuncia un triste futuro cuando descubra que no tiene valor alguno. Es  crudamente descripta la triste condición de quien se cree algo sin serlo; por eso se le echa en cara que su escaso "valer" no le permite figurar con honor en el "escudo de los guapos", que se describe como de gules o al menos poseyendo ese esmalte.

El libro que mencionamos arriba, en nota a pie de página, citando a José Gobello [en "Tangos, letras y letristas", Editorial Plus Ultra, 1975],  aclara:  "Gules es término del blasón, es decir, del arte de explicar los escudos de armas, y significa 'color rojo'. Cadícamo eliminó luego esa palabra, recomponiendo el verso de este modo: 'no te cuenta entre los suyos'".

La versión así modificada por Cadícamo es la que canta Carlos Gardel aquí .  Se mantiene la alusión a un "escudo de los guapos", pero se quita la palabra "gules", quizás considerada poco afín al mundo que describe el tango, o quizás desconocida por el pueblo tanguero de la época.




De todos modos, vamos a jugar un poco con la imaginación. ¿Cómo sería el "escudo de los guapos", que debe incluir algún campo de gules? Podemos suponer que incluirá a un compadrito al pie de un típico farolito porteño...  y quedaría entonces así:



Una vez más,  ratificamos que podemos encontrar Heráldica en cualquier parte. Y hoy la hallamos nada menos que en un tango cantado por el Morocho del Abasto...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario